La escoliosis define la existencia de una desviación del eje de la columna en su plano coronal (una curvatura anómala de la columna vista de frente). Como las vértebras están articuladas, la rotación de las mismas también afecta el perfil (balance sagital) provocando a menudo una espalda plana.
La escoliosis idiopática del adolescente y la escoliosis infantil deben ser valoradas en centros de referencia específicos, dada su escasa frecuencia y la relevancia futura del tratamiento (alta prevalencia).
La escoliosis degenerativa del adulto puede establecerse sobre un sustrato patológico previo (escoliosis del adolescente, asimetría pélvica, osteoporosis) o “de novo” sobre una espalda previamente sana (Aebi et cols).
La escoliosis comporta siempre una distribución de cargas “asimétrica” en la columna: en el lado cóncavo se aumentan las exigencias en compresión axial (formación de hueso) mientras que en al lado convexo se le “sobreexige” en distracción (distensión de ligamentos y articulaciones).
Resulta habitual que el paciente sea remitido a nuestras consultas por el dolor lumbar y/o radicular causado (directamente o indirectamente) por las modificaciones que generan esta redistribución de cargas (hernias de disco, estenosis foraminales, estenosis de canal o subluxaciones facetarias asociadas).
Una adecuada valoración de la biomecánica de la columna resulta imprescindible para planificar el tratamiento. Tanto una laminectomía o artrectomía (usadas a veces para tratar una estenosis de foramen o una hernia) como una artrodesis insuficiente pueden agravar la curva.
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